El
accidente cerebrovascular es en realidad una enfermedad de la vejez. Los
factores de riesgo más importantes del accidente cerebrovascular isquémico son
la obesidad, falta de ejercicio, presión arterial alta, diabetes mellitus, el
tabaquismo, la fibrilación auricular y un estrechamiento de la arteria
carótida. Debido a que hoy en día muchas personas jóvenes sufren también de un
estilo de vida malo con estos síntomas, esto ha aumentado el número de
accidentes cerebrovasculares. Adultos cada vez más jóvenes sufren de accidente cerebrovascular. El número
de individuos de entre 15 y 44 años de edad ingresados con el diagnóstico de
accidente cerebrovascular isquémico, se ha incrementado en un 35 por ciento.
El
accidente cerebrovascular isquémico es el tipo más común de accidente
cerebrovascular. La causa es una condición conocida como isquemia repentina, en
la que se da una reducción del flujo sanguíneo al cerebro y por lo tanto una
reducción del suministro de oxígeno y glucosa necesaria para la energía. El
suministro limitado de sangre generalmente es causado por el estrechamiento u
oclusión de las arterias cerebrales. La isquemia puede ser reversible o puede
llevar a la muerte de las células nerviosas del cerebro. El resultado es un
accidente cerebrovascular y puede ocasionar daño neurológico permanente,
complicaciones y la muerte. En muchos casos, los efectos de larga duración son alteraciones
neuropsicológicas (cognitivas, afectivas) que perjudican al paciente en su vida
personal. Los síntomas de
un accidente cerebrovascular dependen de la zona afectada del cerebro, a menudo
hay una parálisis unilateral y problemas del habla.
Accidente cerebrovascular - Prevención y tratamiento efectivo
Aproximadamente
el 50% de los
accidentes cerebrovasculares se pueden prevenir
por medio de un estilo de vida saludable con una dieta adecuada, ejercicio, atención y
tratamiento de los factores de riesgo.
Aproximadamente el 70% de los accidentes
cerebrovasculares se pueden prevenir mediante tratamiento preventivo temprano, ya que una buena nutrición y ejercicio suficiente, no pueden combatir las causas de todos los accidentes
cerebrovasculares. Algunos ocurren repentinamente o son genéticos.
Normalmente los dos hemisferios de las personas
actúan estrechamente y mantienen un equilibrio químico-eléctrico mediante la
inhibición de su actividad con el otro. Poco después de un accidente
cerebrovascular, a menudo el cerebro sano se vuelve hiperactivo debido a que le falta la influencia limitante del
lado lesionado. El paciente sufre entonces problemas cognitivos y de
movimiento. El tratamiento de frecuencias biomentaltune regula la mitad
hiperactiva del cerebro de nuevo a su nivel normal de funcionamiento, por medio
de la inducción repetida de señales específicas (frecuencias) en la espina
dorsal y cráneo, y relaja las funciones del sistema nervioso casi por completo,
usualmente en 3 a 5 semanas. Los éxitos de rápida rehabilitación demuestran la eficacia del tratamiento no
invasivo y no tóxico, con la física (tratamiento de frecuencias).
Dr. Roger Lücke
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